Despierto en Barcelona, y la ciudad me recibe con un sol radiante (y eso que ayer cuando llegué llovía!).
Voy al supermercado, vuelvo al hostel, desayuno unos ricos cereales con leche y fruta, y hop!, vamos a pasear.
Fui a Montjuic, donde me senté al solcito a escuchar música, después a caminar por ahí, a mirar libros a La central, y luego a la estación de tren para ver una cosa de pasajes.
Tipo 6h volví al hostel, donde estuve desesperada intentando resolver cuestiones de pasajes, fechas, en fin. Tomar decisiones, evidentemente, no es mi fuerte. Soy muy vueltera. Por suerte ya está.
Cené, y ahora me voy a sentar a leer un rato. Tranqui, pero está bien, quiero descansar.
Por otro lado, estoy medio atacada. Extraño (no sé muy bien ni qué ni a quién) y estoy un poco cansada de estar sola. De a momentos es más que placentero, pero también puede ser un poco tedioso. La vida es un poco así, ¿no?
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