Día 3 - 31 de diciembre

El último día del año fue una locura.

Primero me desperté y me encontré con los chicos de Valencia en el desayuno. Queríamos ir al Parque del Retiro pero llovía, así que decidimos ir al Prado.

Ahí había que hacer, primero, una cola muy larga para comprar el ticket; y luego otra cola también muy larga para entrar. Una locura.
Los chicos se fueron y yo me quedé, pero cuando estaba por llegar a comprar mi ticket eran la 11h30 y vi un cartel que decía que cerraba a las 14h así que me fui, porque no iba a entrar antes de las 12h y porque en 2 horas no iba a llegar a recorrer nada.

En la cola para sacar el ticket me quedé charlando con una madre y una chica (bueno la chica en realidad no hablaba, así que solo hablé con su mamá, que era muuuuy charlatana, jaja) que habían viajado conmigo en el avión y que se llevaron un caniche a Europa. Me dio un poco de gracia, por un lado era muy simpática y por el otro era medio snob boluda. Yo no podía parar de pensar en su caniche.

Después me fui a caminar, hasta la otra punta de Madrid: fui al Palacio Real (no entré porque no encontré la taquilla, jajaja) y a los jardines de Sabatini (de ahí tengo un videito, voy a intentar subirlo cuando pueda). Después fui hasta la Puerta de Toledo y volví al hostel.

Hice algunas averiguaciones de trenes y eso, y me fui a la Estación de Atocha para averiguar más cosas y luego me fui a El corte inglés (un super shopping que hay en España con toda la ropa del mundo, tiene muchos pisos y eso). Fue una tarde rara porque estuve muy angustiada sin mucho sentido, pero después cuando volví al hostel chateé con Flor y me puse de mejor humor. Dormí una siesta, me duché, me encontré con los chicos de Valencia y unos franceses y nos quedamos tomando algo. A las 23h fuimos todos los del hostel a Puerta del Sol. ¡Comí las uvas! Había fuegos artificiales, muy divertido y lindo, y la gente está sacada ahí, todos se ponen pelucas de colores, anteojos, todas cosas de cotillón para disfrazarse. Y parece que es una costumbre que los hombres se pongan traje, así que algunos tienen traje y peluca. Muy divertido.

Ahí en Puerta del Sol conocí a los dos chicos más divinos del planeta: Fruela y Mariño. Son de Asturias y me invitaron a ir, así que hacia el final del viaje voy a ir. Mariño tiene una casa que da a la playa, así que la mejor. Estudian artes dramáticas y son muuuuuuuuy amorosos.

Después fuimos con los chicos a un pub y tipo 6h, 7h volvimos al hostel, y dormí con ellos en su habitación, jaja, porque sobraba una cama y en la mía me aburro.